Pocos países se han ido a la m*erda con tanta gloria como España. España es en 2010 lo que la URSS en Barcelona '92: acumulación de éxitos mientras todo se desmorona en plan freak.
El fútbol es campeón de Europa y el mundo. El baloncesto, también. Las selecciones de waterpolo, voleibol, balonmano, fútbol sala y hockey han ganado entorchados continentales o mundiales recientemente. Lo de las motos es prácticamente un monopolio. Fernando Alonso es dos veces ganador del título de la Fórmula 1. En tenis Nadal es número 1 con una trayectoria que le puede convertir en el deportista español más exitoso de la historia. En el Tour de Francia, van cinco victorias seguidas.
En atletismo, natación y otros deportes olímpicos, nos comemos las heces. True that. Pero estos sólo importan cada cuatro años. Que se los coman los chinos con patatas.
En el conjunto, no se puede discutir, los resultados son espectaculares.
Ahora bien, rascando un poco, vemos un patrón... Todos los grandes triunfos son masculinos -- si exceptuamos lo de Gemma Mengual y sus compañeras, muy exitosas en el extendido deporte de la natación sincronizada.
A qué se debe esto? Por qué la mujer española no brilla en las competiciones internacionales a la altura del onvre de aquí? Es porque, como dice Chaz, no hay campeonatos del mundo de ponerse moreno o darle al cigar? O qué pasa?
Propongo este debate caliente. Si no llega a los 20 comments este post, me pongo un mankini y cuelgo la foto. Mirad si tengo fe en la polémica.
AGUR!