Uno de los motivos por los que no frecuento tanto el bloj es que me he diversificado a la hora de escribir mongoleces en Internet. Al tener Twitter y Facebook, puedo soltar estas perlas de humor tan mías a través de más medios, lo que en último término daña mi presencia aquí en el histórico Haters, haters, haters...
Es un gran fenómeno este de las redes sociales y fascinante ver cómo se comporta la gente en ellas. Aunque se le pueden dar varios usos, al final han quedado sobre todo como outlet para que la gente muestre lo guay que es y lo bien que se lo pasa. Algunos también lo utilizan para soltar mensajes crípticos de queja ("Si yo pudiera hablar...") a los que la gente responde preguntando qué pasa sin obtener respuesta (más misterio!), pero por lo general, como ya digo, es un medio de enseñar al mundo la coolez que llevas dentro.
Qué bien viene Facebook para mostrar las fotos de tu última juerga o el viaje a Nueva York. Esta, no obstante, no es nuestra realidad cotidiana. Si bien es cierto que podemos tener un lado guay, también tenemos un lado mierder que no ve la luz nunca a través de estas webs. Hay muchos álbumes titulados "Fiesta del sábado" o "Viaje a Australia", pero por qué no se ve ninguno llamado "Yo cagando" o "Mi herpes vaginal: It's back!"? Pues porque no entra dentro del rollo self-promotion que es regla en las redes sociales y del que yo soy tan adepto - aunque, tranquilos, la especialidad de la casa siga siendo la tontería y la chorrada provocadora.
Hay, por tanto, una serie de mensajes que nunca vamos a leer en Facebook o que aparecerán en un ratio de 10.000 a uno frente al "Qué bien lo pasamos anoche." Vamos con unos ejemplos:
- Ya volví de p*tas. Ahora a dormir.
- Acabo de salir del ropero de la disco. Ya tengo chaqueta nueva.
- Fui a una fiesta en casa de unos amigos y me meé fuera de la taza. A ver cómo descubren al culpable entre tanto invitado!
- Tocábamos a 35 euros por cabeza, pero puse 15 de menos. Luego cuando se vio que faltaba dinero, me hice el orejas jeje.
- (Mensaje en el muro de un amigo) Menuda cara de p*ta tiene tu novia.
- Ando más estreñido que Dios.
- Con tanta raya, al final le entré hasta a las novias de mis amigos.
- Otro c*brón que me invita a su boda.
Como siempre, son ejemplos así a botepronto. Se capta la idea, yo creo.
Con quién te irías de farra de Barrio Sésamo? Yo, con Antonio.
AGUR!