Una frase más manida que la m****a dice que "la envidia es el deporte nacional". Aparte de ser estúpida (como que no hubiera envidia a saco en otros sitios), la frase se suelta con fuerte connotación negativa, lo que me parece un error. La envidia, como el colesterol, puede ser buena o mala. Si la envidia te corroe y se concreta en acciones en contra de la persona envidiada, entonces es mala. Pero la envidia puede ser algo fantástico, señoras. Se puede convertir en un motor que te empuje a superarte. Yo recomiendo mucho la envidia. Envidiar sin dañar es sano.
(Además, criticar la envidia es vulgar. Todo el mundo lo hace. Como con la hipocresía. La próxima vez que nos pregunten qué odiamos, no digamos la envidia o la hipocresía. Seamos originales. Por qué nadie dice que odia la pereza? La pereza es el pecado capital más underrated de todos, eso lo tengo claro).
Todavía están lejos las Navidades, así que los que se escandalizan con el consumismo masivo todavía no pueden mostrar lo guays que son indignándose. Pero están ahí, esperando su momento. Porque denunciar el consumismo le pone a mucha gente.
Para esa gente: sois bobos.
El consumismo, por encima de todo, es bueno para la economía. Y no es malo para el espíritu a no ser que el comprar cosas se convierta en un eje de tu vida. No por consumir mucho eres una persona vacía. Y, de todos modos, si vas a ser una persona vacía, mejor ser una persona vacía con muchas cosas bonitas en casa.
AGUR!
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2 comments:
Pues económicamente no nos interesa el consumismo. Es cierto que los aguafiestas en cuanto tienen la paga de Julio en el bolsillo se largan a la costa a dejar tiesa la Master Card, que no les preocupan los milloncejos de ná que hemos pagado a los USA por sus misiles modennos.
Pero el consumismo es nefasto: pudre las mentes. Te lo digo yo que tengo un blog. ;)
Un blogabrazo
Yo soy consumista, no sé si es bueno o malo, pero por el momento no voy camino de la ruina...
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