- Envase tocho. Hoy en día llegan a ser innumerables los frascos, botes e instrumentos que se acumulan en torno a la ducha. Pero el Lactovit nunca va a pasar desapercibido. El Lactovit es El Botazo con mayúsculas. No hay ningún objeto tan contundente como el Lactovit en todo el WC. Incluso con los ojos llenos de espuma lo puedes encontrar con facilidad. Bien pensado.
- Espumizante total. Enfrentado a Lactovit por primera vez, uno se pregunta si será uno más de esos productos de baño de los que necesitas echarte medio litro para conseguir algo de espuma. Rotundo no. Si echas poco, conseguirás espuma. Si echas mucho, conseguirás espuma. Con el añadido de que no te tienes que preocupar si echas demasiado: siempre queda un montón! Ufa, genial el Lactovit.
- Olor agradable, pero sin tentaciones de ingesta. No es necesario que un gel huela a lavanda. Tampoco es necesario que huela a vainilla. El Lactovit huele a gel y no dan ganas de beberlo, como ocurre con algunos champúes.
- Gran nombre. Atrae a cualquier tipo de individuo:
- A los sensibles. Lacto (leche), vit (vida). Leche y vida. Referencias a la niñez, la maternidad y toda esa m*erda.AGUR!
- A los agresivos. Lacto (leche), vit (rápido, del francés "vite"). Leche rápida. H*stia rápida. H*stia fina.
- A los partidarios del fútbol old school. Lactovit tiene reminiscencias del fútbol 80s, una época de importación masiva de jugadores del Este. Baratísimos y de alto rendimiento. "Gol de Lactovit!" Suena genial. Es como una fusión entre Lacatus y Jankovic. (Pero más limpio, que Lacatus tenía pinta de no darle mucho al gel).
6 comments:
Grandes referencias a dos históricos del Oviedo, recordándonos tiempos mejores en lo futbolístico. Gran post, como siempre!
Lacatus < Jankovic. Al menos en España. Jankovic llegó a jugar en el Madrid -- cuando el Madrid aún metía goles.
Fusion Lacatus - Jankovic???????
Menudo par de alcohólicos puteros...
Nene, a mi lactovit siempre me ha parecido lo que promete: un lechazo. Vamos, un buen chorro de lefa proveniente de un envase que simula una botella... todo muy blanco y untuoso.
Añado que he tratado de alejarme de semejante producto, primero, por la educación represora que me impide ver con naturalidad una leche que no sea la mía y segundo, más grave, porque el olorcito alimenticio a mí sí que me incitaba a la ingesta.
Vamos, un conflicto de intereses del copón. Así que m'he pasao al Herbal Essences, que ese es otro cantar, aunque sea por bulerías.
Ville.
En este blog odiamos los anónimos. De hecho legnatore, saltimbanco y servidora vamos a ir a por ti.
Aquí os esperamos, nenazas.
Y para que lo sepas no tengo ni registro de blogger, ni blog, ni internet, ni ordenador, ni ganas.
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