Dispersión

A un primo mío (distinto al que se hizo una paja conmigo cerca mientras veía un partido del Olympiakos) le ha pillado el toro con el tema sellos. Tenía pasta (algo) metida en una de las empresas intervenidas. Tough break, nigga.

Ha sido una agitada semana en Pucela. Jamás se ha hablado tanto de la ciudad en las noticias. Se suicidó un pentapléjico, la policía tuvo que jugar a una especie de Señor Potato siniestro y después vino la estafa de los sellos.

Lo que más me tocó la fibra fue el suicidio. De largo. Hasta dejé un mensaje en el blog del hombre ya muerto. No se le dedica suficiente tiempo a la memoria de los muertos, IMO. Los únicos momentos de gloria de un muerto son los posteriores a su fallecimiento. A veces ni eso. Aún escuece lo mucho que los medios ignoraron la muerte de Pepe Carroll.

Aparte de ser un mago genial y divertido, tenía un fondo de mirada triste que despertaba un poco de ternura. Eso sí, ternura totalmente carente de connotaciones gayer (Famobyl, where are you?). Además, fue anfitrión de un icono de nuestro tiempo como Chiquito de la Calzada.

Quien no haya imitado a Chiquito no puede considerarse español. En los momentos de apogeo chiquitista (bienio 1994-1996) me resultaba desagradable escuchar tantas y tantas imitaciones, pero a día de hoy yo mantengo su memoría viva con chiquitismos esporádicos. Todo el mundo podría hacerlo porque si hay alguien fácil de imitar, ése es Chiquitorr.

Todo el mundo le imita bien salvo Jesús Bonilla. Cuando estaban en la promoción de "El Oro de Moscú", él (director) y Santiago Segura (protagonista) hicieron una entrevista en un programa de TV. Según contaba Segura, Bonilla hacía la peor imitación de Chiquito de todos los tiempos. J****, era cierto. También era cierto que la peli apestaba. Yo, que me río con cualquier cosa, recuerdo que sólo me reí cuando Santiago Segura se pone nervioso conduciendo un camión y se vomita encima.

El humor escatológico no será sutil. Pero, j****, es gracioso. Yo creo que el ser humano lleva grabadas dos cosas en su código genético cuando nace: 1) Si ves una teta, chupas; 2) Si oyes un pedo, te ríes. Un niño de varios meses no puede haber aprendido lo que resulta gracioso y lo que no en tan poco tiempo de vida. Sin embargo, si escucha un pedo, se parte. Ha de ir grabado en el ADN: la mierda es divertida.

Hablando de mierda... Como fan de "Sexo en Nueva York" (excepto cuando empiezan con mierda pijísima o aparecen esos personajes masculinos absolutmente fake), se me ponen los pelos de punta al pensar lo que puede hacer con esa serie Ana Obregón. Porque Obregón va a hacer una versión española de la serie. Si resulta que le sale un producto de calidad, será la mayor sorpresa desde que se descubrió que Vialli tomaba cocaína (yeah, right).

Yo paso de drogas, pero no del alcohol. Les dedico mi borrachismo findesemanal. Por ustedes.

AGUR!