Friday, October 30, 2009

Tipos de impuntualidad

A medida que te vas haciendo mayor y más bello, te haces también más radical y menos tolerante con algunos temas. Esto me está ocurriendo a mí con el tema de la puntualidad. Cada vez me toca más los webs que me hagan un +15. Realmente no hay momentos más vacíos en la vida de una persona que esos es los que estás de pie en la calle esperando a alguien. Pero por qué ocurre esto? Qué hace a la gente llegar tarde a las citas? Pues varía. Vamos a clasificar en tres grandes grupos los tipos de impuntualidad que se ven hoy en día en la Unión Europea.

- Impuntualidad patológica. Se da entre gente vaga o que tiene problemas para calibrar el tiempo que le llevarán las tareas previas a la hora de la cita. Me parece más perdonable que la que viene a continuación ya que no discriminan a la hora de ser deplorables.

- Impuntualidad I don't give a f*ck. Se ve en personas que nunca llegarían tarde a una cita de carácter profesional o médico, pero sí se retrasan cuando quedan con amigos. El proceso mental ha de ser algo así: "He quedado con Asdrúbal a las 8. Pero qué coño: es colega. Si me presento 20 minutos tarde tampoco me lo va a tener en cuenta y así me da tiempo a hacerme otro p*jote." Estas personas transforman las frases en su cabeza habitualmente. Así "A las 8" se convertirá automáticamente en su cerebro en "A partir de las 8". Son m*erda.

- Impuntualidad de payback. Yo me he convertido en practicante de esta modalidad como forma de autoprotección y, al tiempo, de venganza. Si alguien se presenta tarde habitualmente, lo inteligente es que tú llegues con retraso la vez siguiente. Si se presenta después de tiempo, te habrás ahorrado la espera. Si él fue puntual, que se j*da por las otras veces en que te dejó tirado.

Qué se puede hacer en un bidé que no se pueda hacer en la ducha?

AGUR!

7 comments:

rubenvike said...

Yo también estoy adscrito últimamente a la Impuntualidad de payback. Con mis amigos del barrio tradicionalmente si quedábamos a las 10, hasta las 10.15 no aparecía casi ni Clifford, así que ahora salgo de casa a la hora que hayamos quedado. O más tarde. Y punto.

Ale said...

¿Y cuando te dicen "Quedamos entre las X y las Y"? Joder está clarisimo que hasta un inteligente limitado elegirá el intervalo más alto.

Mientras siga habiendo puticlubs, segurán fabricandose bides.

Cable said...

Gran tema! El +15 español me viene jodiendo la vida desde que era pequeño, ya que yo soy muy puntual.

Creo que en la UE, lo que se entiende como tal (no países del este, no pigs) no tienen este problema. Son gente seria y educada. Es un rasgo más de tercermundismo de este país.

A mi me jode de sobremanera (todos, los tres tipos). Cada vez que me lo hacen (un +15) me dan ganas de destruir como un Bruce Banner empastillado.

Por otro lado, es un vicio más de tía que de tío, y más de tía buena que de tía fea. Supongo que es propio de gente que cree que todo el mundo está a su servicio, como saben todas las tías buenas desde que nacen. Aunque, también tengo amigos que lo han hecho sistemáticamente, incluso quedando en sitios justo al lado de su casa, alguno de ellos, lector de este blog, dicho queda esto para su vergüenza y oprobio.

Chazman said...

Yo voy a añadir un tipo de impuntualidad en la que me vi inmerso durante los tres largos, larguísimos años en los que tuve una novia. Lo podríamos llamar "impuntualidad por contagio". Consiste en llegar tarde sistemáticamente por el hecho de tener que ir a recoger siempre a tu novia a la puerta de su casa y que esta te haga esperar lo que le sale de los ovarios. Yo con mi ex le hacía llamadas perdidas (de esas que significan "baja ya") desde mi casa. Si señores, me daba tiempo a bajar, coger el coche, llegar a su casa que estaba bastante cerca y aún así me hacía un +15, +20. Increíble. Si, la tenía muy maleducada y soy un cobarde, pero siempre era así.
Lo más impresionante es que ella tenía coche y todo eso pero siempre iba yo a recogerla, claro. El machismo inherente en este país.
Lo mejor es que mis colegas ya lo daban por hecho y no contaban conmigo a la hora que habíamos quedado porque me había convertido en un impuntual de c*jones. Manda güebos.
Cálculo rápido:
En más de tres años la fui a recoger no menos de 250 veces.
-Veces que me estaba esperando abajo: 2. Creo que fue una, pero voy a poner 2 por si acaso.
-Tiempo máximo de espera en la puerta de su casa: 50 minutos.
-Tiempo medio (medio!!): 12 minutos.
Como Cable dice, hay gente que piensa que todo el mundo está a su servicio, y más las tías buenas, si bien esto último ni siquiera lo cumplía mi ex.
Auuuch! Tough break nigga!

Haters said...

Superhostión final, Chaz!

Yo creo que esto está repartido igualmente entre mujeres y onvres. Se podría hacer un estudio de campo, pero siempre es más entretenido especular basándose en prejuicios y fobias.

Sue said...

Jo, Chazman, espero que ahora que has llegado a la fase final de tu psicoterapia y has soltado toda esa mala energía te sientas mejor.

En esta cuestión de la puntualidad haría la siguiente reflexión: ¿el ser humano es impuntual por naturaleza o es la sociedad la que lo corrompe? En mi caso ha sido claramente la sociedad. Hace tiempo, sobre todo cuando no había móviles, yo era hiperpuntual siempre. Eso me acarreaba grandes cabreos cuando tenía que esperar. No sé si me definiría como una tía buena, pero está claro que autoestima no me falta, así que un día me miré al espejo y me dije: "Sue, la gente debería esperarte a ti y no al contrario". Desde ese día me hice una impuntual tipo 2 (el tipo que todos odiamos). Pero me enganché cada vez más al "cinco minutitos más" y, con los años, he evolucionado a impuntual tipo 1 o patológico. Cuántas veces me he tenido que acordar de aquel profe de la facultad que nos decía que a las entrevistas llegáramos 25 minutos antes por si acaso.
En la actualidad estoy en rehabilitación.

El bidé sirve para poner cómics, revistas o libros encima.

Sinuhé said...

Espero que no sea sinérgico ser de dos tipos a la vez, porque yo creo que soy genéticamente del primero y ambientalmente del tercero. Además, cuando no me excedo en el retraso me gusta llamarlo 'minutos de cortesía'. Muy cínico, si, pero... nada, que os dejo que llego tarde!