No sé si por influencia del paintball, pero he tenido un sueño que ha derivado en un baño de sangre global.
En una reunión de gente desnuda y vestida en lo que parecía mi antiguo instituto, una de las personas de mi grupo comete un crimen y cuando un círculo de personas se le encara reprochándoselo, el neo-criminal mata una mujer estilo manga. La mujer queda erguida, pero medio descompuesta y de ella comienza a salir un líquido verde y espumoso que empieza a extenderse y es bastante nocivo porque parece tener efectos parecidos a los de la lava, pero en light. En todo caso, te desintegra. El neo-criminal concluye que ese líquido que sale de la mujer nos viene bien (todos los del grupo hacemos piña y nos convertimos en cómplices) porque elimina testigos, así que decidimos hacer todo lo posible para que se expanda a nivel planetario. Mojamos cada uno un palo con el líquido y tomamos la iniciativa de ir arrastándolo por el suelo hasta llegar al mar y así hacer llegar su poder mortal a todas partes. "Sólo hay 48 kilómetros de Ohio (donde aparentemente estamos) a Nueva York (donde ya hay costa)!", dice animoso uno de los cómplices tratando de elevar la moral. Y hasta el mar llegamos, con lo que el plan termina con éxito y acabamos con la humanidad. Parece que sólo quedamos nosotros, pero empieza a haber rifirrafes e intentos de asesinato entre miembros del grupo en un bar. Yo intento pasar a un discreto segundo plano y a verlas venir. Al final, salvo el culo.
De eso se trata siempre, amigos!
AGUR!
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1 comment:
es una de las pocas veces que quisiera pertenecer a la marina boliviana
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