Friday, December 05, 2008

Elige tu propia aventura freak, III

El adiestramiento que recibiste del PP de Orense y el día soleado, como casi todos en la isla, hace que no te sea demasiado complicado provocar un pequeño fuego en unas ramitas. Rápidamente el fuego se extiende por la vegetación más cercana a la arena y llega al gran árbol bajo cuya sombra sueles cobijarte. Es un tipo de árbol que nunca habías visto antes de llegar a la isla. Enorme como una secuoya, siempre te resultó algo siniestro. A qué se debían esos crujidos constantes durante las noches sin viento?

Al llegar el fuego a las ramas inferiores, del árbol emana un humo negrísimo con un olor insoportable, similar al de la colonia mezclada con sudor. Te tapas la nariz, pero el hedor se te mete hasta el cerebro. Empiezas a correr, pero las piernas te fallan. Caes al suelo mareado y pierdes la consciencia.

Te despiertas en un lugar desconocido con un dolor de cabeza que ni JFK en Dallas. Junto a ti, una cara familiar. Es Enrique Anaut, el autor de la carta en la botella! Aunque tiene el pelo más largo y ha engordado considerablemente hasta alcanzar los 40 kilos, es él sin duda.

- "Te he estado cuidando", dice Enrique. "Mucho más de lo que Vale Music me cuidó a mí o a Naím".
- "Muchas gracias", contestas, "pero, Enrique, es que erais la mie..."

Sin siquiera llegar a terminar la frase, pierdes el conocimiento de nuevo. Estás muy débil aún.

A la mañana siguiente, te despiertas con algo más de fuerza y escuchas las explicaciones de Enrique. Aparentemente, te desmayaste por culpa de las emanaciones del árbol y sólo la repentina lluvia evitó que murieras abrasado por el fuego que tú mismo provocaste.

- "Tardé más de una hora a la zona de donde vi salir el humo y te vi ahí más tirado y chamuscado que Niki La... Vamos, que estabas hecho polvo", dice Enrique.
- "Te vuelvo a agradecer enormemente que me sacaras de allí y cuidaras de mí", respondes.
- "No problemo. Ha sido increíble ver que no era la única persona en la isla. Esto me da esperanzas de que quizá pueda escapar de aquí y volver a ver a mi María José pronto".

Oh, oh. Por lo visto Enrique ignora que María Jose se unió sentimentalmente a Juan Camus poco después de su desaparición en 2003.

Qué haces?

1. Se lo cuentas. Aunque duela, es mejor saber la verdad.
2. No se lo cuentas. Prefieres evitarle el sufrimiento.
3. Le cuentas que María José se ha hecho p*ta. No es verdad, pero a ver qué cara pone. Puede ser la risión.

AGUR!

5 comments:

Huskie said...

Opción 3, sin duda.

Ver la cara de Anaut en esa situación no tendría precio.

Además, eso de decir la verdad no es mi fuerte.

Anonymous said...

Opción 3.
Por otra parte algún día tendrás que explicar como coño conoces a todos esos frikis y sus vidas sentimentales...
Néstor

Anonymous said...

Opción 1. Que se joda, a ver si consigo hacerle llorar. Tal vez así cometa una locura.

(word verification: "paron". ¿Una señal?)

Sue said...

Clarísimamente, 3.

Anonymous said...

pues yo dudo entre la 1 y la 3. tengo que pensar qué opción le va a provocar más sufrimiento, pero, sobre todo, hay que calcular con cuál de las dos hay menos posibilidades de que le dé por escribir otra canción. Por eso que dicen de que la depresión favorece la creatividad. Cler