A comer, ost***

Hasta los putos huevos de los cocineros. Ahora son los dioses sólo porque como todo el mundo come a toda ostia, despreciando la comida preparada (de horno, vamos). Esto ha de parar ya. La culpa, de los franceses. Ni es suya la tortilla y mucho menos son suyas las patatas fritas. ¿Cómo que french fries? A que os meto una metralletada, makinones.

Total, que uno de estos cocineros glamourosos dijo que adoraba "comer gominolas y regalices". En concreto, Sergi Arola. Algo que le honra desde luego. Estuve en el aeropuerto nuevo de Barajas y me metí en la tienda para turistas. Vamos, la de productos de aquí. Y entre jamón y chorizo, me encuentro con las gominolas de coca-cola!!! Joder, con etiqueta de autenticidad nacional, al igual que el regaliz, aunque eso ya me lo comentó el p*** Quic, el vicioso del regaliz. Pues nada, ya tengo la venganza ideal para todos esos cocineros guays que por 40 euros por cabeza te plantan putos platos gigantes con dos mierdas en él, que sales del restaurante pensando, 'me la han metido más doblada que a Pollito de California': obligarles a comer regalices y gominolas de coca-colas hasta que revienten.