Thursday, March 30, 2006

Había que poner a Kodro y Carlos

"Con este equipazo que he hecho, es imposible que no gane al menos una jornada."

Qué español no pensó eso al terminar su primer equipo de la Liga Fantástica Marca (LFM)? Yo, desde luego. Los equipos de los demás eran tan malos y el mío tan bueno. Si hasta ponía a los jugadores en su puesto natural. Mi once era legendario. Carecía de estrellazas, pero no tenía agujeros en ninguna posición.

Gran decepción me llevé cuando "Jorge es Dios" petó una vez estuvo en marcha la competición. Mi delantera espanyolista, Raduciou y Lardín, absolutamente lamentable. Con el pedazo Mundial que venía de hacer Radu. Duele aún.

Mi táctica "todos buenos, pero sin estrellazas" fracasó. Triunfó claramente la de "cracks y retales" utilizada por unos amigos. Dentro de los retales, estaban gente como Lumbreras y Tomás Reñones. Sí, Tomás.

Injustísimas las críticas a este futbolista que he visto ayer y hoy. Recuerdo perfectamente que sumaba puntos habitualmente, y eso que no era titular. Y estamos hablando del final de su carrera. En su época de esplendor, dos Copas como bastión de la defensa del Atlético de Madrid.

Reivindico la figura de Tomás. Y también las de Kodro y Carlos (Oviedo). Nunca una inversión tan escasa dio réditos tan altos en la LFM.

Toma post sin estructura alguna. Dadaísmo sin complejos.

AGUR!

2 comments:

Néstor Torre said...

¿Carlos? No me jodas!!! Menudo txungo... Lo más rastrero que se vio en el fútbol español (junto con Oli) durante lustros

arbusto el guerrero said...

No mezcles a Tomás Reñones con Kodro. Kodro es dios (¿Dios?) y no hay más que hablar.

Yo también puse a Lardín en mi primer equipo Marca. Creo que valía 250 millones, ¿puede ser? Otro que estaba en mi equipo era Roberto Fresnedoso, en su época del Español (aún no habían cambiado a Espanyol, creo) y Menéndez, del Albacete ("la mejor zurda de España", decían).

Fracasé en la Liga Marca. Y, aunque no tengo autoridad, seguiré criticando a Tomás Reñones. En comparación con él, la dupla de centrales Juanma López-Pablo Alfaro manejaba el balón como los ángeles.