Friday, April 14, 2006

Paso bastante de la Semana Santa y lo dejo claro en este post que he escrito

Pocas cosas divierten tanto a mi padre como cuando llueve en Semana Santa y se suspenden las procesiones. Yo también me río. Somos así: nos deleitamos en la desgracia ajena. Pero con motivo, que hay que reconocer que ver el chasco que se llevan algunos tiene su gracia.

Tengo especial manía a las procesiones de la Semana Santa andaluza (qué raro). A qué viene toda esa pasión, señoras?

Message para todos esos groupies de la Virgen del Rocío y similares: son figuras de madera. Todas esas escenas de histerismo absolutamente patético están fuera de lugar. Un año de estos, los quillacos van a empujar más de la cuenta y vamos a tener una desgracia LaMeca-style.

Dicho esto, reconozco que cuando sacan todas las figuras a la calle el espectáculo puede ser bastante bueno. Si fueran igual de organizados para todo... Hmmm... Voy a no terminar esa frase.

Más ataques gratuitos contra el rollo religioso

La universidad de Berkeley, centro de pedigrí izquierdoso, presentó hace un par de semanas los resultados de un estudio sobre el efecto de los rezos en la recuperación de los enfermos. Sorpresaza: el efecto es nulo. La tasa de recuperaciones es igual entre los enfermos que tienen familias que rezan por ellos y los que no. Y si los enfermos se enteran de que están rezando por ellos, la tasa de recuperación es peor. Oops!

Post con moralina: Crean en Dios o no, pero no se traguen la mierda extra con que vienen aderezadas todas las religiones.

AGUR!

2 comments:

Néstor Torre said...

JAJAJAJJAJAJA muy bueno el post. Me descojono.

Haters said...

Normal: soy bonísimo.