El invierno siempre trae las mismas m******: el Gordo, las Navidades, los rusos borrachos muertos por congelación, las rebajas y (un clásico) el proceso de asombroso deterioro de mis manos. Me viene pasando los últimos años. Llega Diciembre y se me empiezan a poner las manos peor que a Laura Palmer cuando la sacaron del lago. Por donde yo vivo el invierno es duro, señoras. Ni con los guantes se arregla la cosa.
Cuál de las dos manos se me pondrá peor este año? Por qué? Apuesten. Hay premios en juego.
AGUR!
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1 comment:
La Nivea mola, pero no voy a chafar el concurso a estas alturas, Miriam.
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