La teoría lemming

Tiempo ha, cuando una de las mejores consolas en el mercado era la Master System de Sega, existía un juego muy popular llamado "Lemmings". Era un juego de pensar. Tenías que poner obstáculos, escaleras y agujeros en unas plataformas para evitar que los lemmings, unos diminutos personajillos, se lanzaran por un precipicio. Mucho después, me enteré de que los lemmings no eran sólo personajes de videojuego, sino que existían de verdad y que se suicidaban en masa lanzándose por barrancos uno tras otro. Como en el juego.

Me he acordado de los lemmings al leer un post de 6-0-boy en su blog. Os entrecomillo la parte más interesante:

"También sospecho que este será el año en el que la mayoría dejarán/dejaremos de ser solterones, casi todos piensan que ya toca. Muchos echan de menos una pareja y yo que casi nunca la busqué también comienzo a pensar de otra manera."

Ya toca, dice.

OK, éste es un ejemplo claro de cuando se activa en el cerebro del hombre la señal "tonto el último". No haces algo porque lo desees, sino porque no quieres ser el último en hacerlo. Se lanza uno al vacío sin pensarlo porque es lo que hay que hacer. Como los p**** lemmings. Lamentable.

Pero tranquilos, amigos. Barry y yo os vamos a construir un montón de barreras, muros y escaleras para que no caigáis en ese precipicio.

Claro, que en el videojuego también podías poner un explosivo y cargarte a todos los lemmings de un bombazo.

Pero eso es más bien rollo-Barry.

AGUR!